viernes, 19 de junio de 2009

La de quince puntas se perdió

# Se movía con torpe gracia.
# La capa ya no ondeaba.
# Sus botas miraba y el lustre ya no estaba.
# Los guantes malgastados.
# Una sonrisa muy forzada.
# La varita, magia no guardaba.
# Reflejo en ausencia.
# La enorme seta no lo ocultaba, bajo la cama nadie lo encontraba.

Uno, dos, tres . . .

En la ventana su mirada posó y así como la lluvia se acercaba observó. Tapó sus ojos rápidamente y el frío invadió la habitación.

El silencio era amenazante y su respiración se hacía más agitada. Pequeños sollozos contenidos, parecían gemidos de un niño.

. . . cuatro, cinco, seis . . .

El jaque mate estaba planeado y las piezas ya eran escazas. ¿era quizá ya la hora de dormir?, posibilidad denegada.

Miedo; el plástico no llora, el plástico no llora . . . el plástico no llora.

. . . siete, ocho, nueve . . .