viernes, 19 de junio de 2009

La de quince puntas se perdió

# Se movía con torpe gracia.
# La capa ya no ondeaba.
# Sus botas miraba y el lustre ya no estaba.
# Los guantes malgastados.
# Una sonrisa muy forzada.
# La varita, magia no guardaba.
# Reflejo en ausencia.
# La enorme seta no lo ocultaba, bajo la cama nadie lo encontraba.

Uno, dos, tres . . .

En la ventana su mirada posó y así como la lluvia se acercaba observó. Tapó sus ojos rápidamente y el frío invadió la habitación.

El silencio era amenazante y su respiración se hacía más agitada. Pequeños sollozos contenidos, parecían gemidos de un niño.

. . . cuatro, cinco, seis . . .

El jaque mate estaba planeado y las piezas ya eran escazas. ¿era quizá ya la hora de dormir?, posibilidad denegada.

Miedo; el plástico no llora, el plástico no llora . . . el plástico no llora.

. . . siete, ocho, nueve . . .




4 comentarios:

Bel ♣ dijo...

* Sin rouge está. Sel e teminó.
* Razon justa hay.
* Decadencias, sigilosa es a la hora de llorar.
* Mitones azules,se intentan abrir.
*Sudor de sus manos los quiere ver partir.
* Gris y gris, se siente la degradación.
* Cuerpo de algodón se comienza a humedecer.


No cuenta hasta tres la primera ves.Con el medio entre lazado, va por el cinco. Al llegar al seies, se va desmayando. Menos mal que está en su armario.
Sí, armario, pensar que puede estar el "cuco", pero no está. Es su estructura espacial, y "realmente, tiene mucha ropa". Agridaga está.
Que los colores lleguen de una vez.


Así soy cuando triste estoy.


Debo decirte algo, es sobre que en algo, tienes razón, y es sobre mí.


Te quiero.

Anónimo dijo...

El seis es mi 'pseudo' número favorito, y ¿sabes qué? como que no quiero que deje de serlo, quiero que deje de llover, no me gusta que llueva ahora, es como que se lleva cosas.
La semana ésta, es, fué siendo aún, siento yo, dices que siento bien, espero hacerlo. A mi me gusta imaginar/vivir contigo, de hecho el martes me gustó encontrar ese nuevo lugar, es como, un nuevo refugio, el más escondido de todos, nadie además de nosotros puede llegar nadie tiene la súper nubecita esa, la que te va a buscar, ese chiclesito, aunque no fuera de aquellos cósmicos, hasta me hizo deslizar en el piso, dijiste que venía como los esos desesperados, y desesperadamente llegó, y desesperadamente lo esperé, muy; Martes. Cuando llegó una vueltecita en mi propio eje me di, tapé mi boca para que no se escapara, y me atrapó, siempre lo haces, pero, ay si yo igual me esfuerzo por escabullirme, pero me pillai po, entonces llegué a la sala, al laboratorio de la microscopía, y una fotografía sacarle no pude, pero observé, bien detenidamente, como que lo comprendí, y casi de la alegría (sin alegría ser) una pestaña en el lente óptico quedó, como a tí, igual así mismito cayó, es linda la Eosina, sobretodo mezclada con la Hematoxilina; Miércoles. Cuando iba en la micro, ésta se desvió del camino, yo iba hacía el lado opuesto al mar, y frente a mis ojos, derrepente, una plaza que hace poco estaban remodelando estaba, el césped estaba perfectamente recortado, por tijeras, así de perfecto, y tenía unos juego, el gira-gira que yo nunca encontraba allí estaba, coincidentemente había un taco, de esos grandes, y más de tres minutos pude observar, a la tarde en la sala de computación yo en una de sus sillas giraba, como el gira-gira, y se detuvo, un poquito mareado estaba miro al frente, nuevamente, y había uno de los atardeceres que te gusta, aunque éste con el mar, el cielo se tiñó, como al día siguiente, con tantos días atrás, observar, observé, observo; Jueves. Llegó, sin saber que llegaba ya estaba y el día anterior no te encontraba, y no me hallabas, nuestras miradas al parecer no se cruzaban, sin embargo sabían que allí estaban, y mi pseudo número favorito a la fecha inicial llegó.
Han pasado varios segundos estoy seguro que más de trescientos, y cinco canciones han hecho vibrar sus notitas alrededor mío, la última es la misma de hace seis meses atrás, curiosamente es la que más me hace cristalizar los ojitos, quizás porqué será, pasaron las cinco, y llegamos al seis, pero... ¿te cuento algo? yo no quiero llegar con todos esos días, no quiero, no me importan tanto la imaginación, el chicle, el fucsia ese, la hematoxilina, la eosina, y los juegos, y el atardecer, como que predijo, y como dije, no quiero que estén, ¡aparece porfi! en serio mucho interés no tengo que aquellas coincidencias estén, si no estás (tan cursi eso, pero necesario), no suelo decirlo, pero aquellas cosas pierden importancia cuando te vas, y como que toda aquella importancia que perdieron, la recuperas tú, cuando te puedo volver a leer/escuchar/ver, llega, llega, ¿y comamos panqueques bajo la cama que en tu alcoba se halla ya? si no quieres salir, dame una pistita para ir a visitarte, un ratito aunque sea, como la otra vez en la puerta de la casa azul, como aquella vez.

Anónimo dijo...

Como que escribí un harto mucho, mucho muchote, pero es que, es que te quiero po, y nadie a mi me escucha nunca, sólo tú eres el que tiene el tiempo de escuchar mis tonteras, soy el que tontamente te quiere, el montón ese que te dije un día ♥

Samisis dijo...

que lindo ♥